Como estaba previsto ha sido una llegada al sprint, y como no ¿Quién va a ganar? Pues Greipel que está intratable, aunque en los repechos precedentes a la meta no lo he visto muy bien, pero esta gente tiene mucha clase y sobre todo un gran equipo que le facilita mucho las cosas. En cuanto a mi, cierto es que me he encontrado muy bien, incluso a falta de 1km a meta venía muy bien colocado, quizá demasiado, pero la llegada era muy favorable, con viento de cara y sabía que al final la gente se iba a echar encima y que sería fácil quedar cerrado, así a sido, y cuando a llegado el momento de la verdad no he encontrado el hueco bueno, un séptimo que aunque pueda saber a poco me deja contento porque se que puedo disputar las llegadas.
Pero lo reseñable de toda la etapa y lo que va a ser la tónica del resto de la vuelta es el mal asfalto y el viento. Un asfalto muy rugoso, muy irregular, se podría decir que es un asfalta anti-somnolencia, ya que vas todo el tiempo con un temblor constante que se hace muy incomodo, siempre muy atento por lo que te puedas encontrar, arcenes casi intransitables que si te metes por ellos lo único que puedes es un pinchazo o incluso caerte. Por cierto que todos con los que he hablado hemos terminado con un dolor de muñecas y manos que no es normal. Y todo esto a pesar de que íbamos por una autovía, no me quiero ni imaginar como serán las carreteras secundarias.
Solo espero que no nos llueva ningún día porque no tengo muy buen recuerdo del año pasado en una etapa que nos llovió, más de medio pelotón al suelo entre los que estaba yo, la carretera parecía una pista de hielo, y las marcas que te deja este asfalto no son muy bonitas, parece que te has peleado con un tigre, son unos arañazos profundo que te dejan una buena marca.
Pero por lo demás destacar la buena organización de la carrera, digna de las mejores carreras.
Y todo esto hasta hoy, ahora a descansar que mañana habrá más y mejor.
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